
El abuso de drogas es un comportamiento que se puede prevenir. Sin embargo, los efectos prolongados de las drogas en el cerebro pueden llevar a la drogadicción, que es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro. Para cualquier persona adicta a las drogas, la necesidad compulsiva de consumir drogas puede ser abrumadora, afectando todos los aspectos de su vida y la de su familia.
El consumo de drogas puede tener serias consecuencias para el futuro, tanto de un joven como de un adulto, porque las drogas pueden alterar la manera cómo funciona el cerebro y causar otras consecuencias médicas graves. El abuso de drogas puede impedir que los jóvenes se desempeñe bien en la escuela. Más adelante, puede dificultar su capacidad para encontrar y mantener un empleo, aún después de haberse graduado. Las investigaciones científicas han demostrado que la comunicación familiar es una manera eficaz de prevenir que consuman drogas.
Cuando un niño o un joven experimenta con o consume drogas, puede mostrar alteraciones en:
- El desempeño escolar: si obtiene malas calificaciones, falta a clases o desarrolla un mal comportamiento;
- El interés en actividades: si pierde interés en sus pasatiempos habituales, deportes o actividades favoritas;
- Las rutinas cotidianas: si come demasiado o deja de comer; si duerme demasiado o deja de dormir;
- La selección de amigos: si cambia de amigos, o si se junta con muchachos que se sabe que utilizan drogas;
- Su personalidad: si muestra mal humor, nerviosismo, agresividad o rebeldía persistente.
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