La administración del tiempo se puede definir como una manera de ser y una forma de vivir. Hoy,
se puede considerar al tiempo como uno de los recursos más importantes y críticos para las personas.
El tiempo libre es conocido como aquel lapso de tiempo en los que no se tiene una obligación por cumplir, y en caso contrario existen deberes que pueden ser de diversa índole como estudios, trabajo, quehaceres domésticos, entre otros. En el lapso del tiempo libre la mayoría de las tareas que se llevan a cabo son actividades del tipo recreativas o de distracción.
La administración es un proceso en el que tienen que ver la coordinación eficaz y eficiente con que cuenta un individuo o un grupo social.
Administrar el tiempo es fácil, pero lleva sus tiempos. Para lograrlo se pueden seguir estos cuatro pasos:
- Encuentra actividades cotidianas inútiles que te hacen perder el tiempo y elimínalas. Establece tus objetivos y su plazo.
- Organiza tu tiempo.
- Identifica tus tiempos perdidos.
La mayoría de los autores definen la recreación como un conjunto de fenómenos y relaciones que surgen en el proceso de aprovechamiento del tiempo libre, mediante actividades de nuestro agrado, o sea, sin obligaciones, por medio de las cuales se obtienen emociones y desarrollo de la personalidad.
Este proceso está compuesto por cuatro etapas:
- Planificación: qué se quiere hacer y que se va a hacer para llegar al objetivo.
- Organización: cómo se va a proceder para lograr lo planeado.
- Dirección: verificar las acciones de acuerdo a la organización.
- Control: revisar, corregir o mejorar el resultado obtenido.
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