Un estímulo es todo factor externo o interno capaz de provocar una reacción en una célula u organismo.
Los estímulos están unidos al proceso de aprendizaje, ya que a través de ellos se desencadenan conductas específicas. La disminución o desaparición de una respuesta ante un determinado estímulo es la forma más elemental de aprendizaje. Todo estímulo requiere de una intensidad para poder ser percibido.
Existen 6 formas de estimular la formación de saberes:
- Actividad Física: 30 minutos diarios estimularan producción de la proteína BDNF (Factor Neurotrofico Derivado del Cerebro) y elevar la capacidad de aprendizaje.
- Alimentación saludable: Dietas bajas en carbohidratos.
- Dormir: Lo aconsejable es dormir 8 horas diarias.
- Estimular la memoria de trabajo: Se recomienda practicar ejercicios matemáticos regulares o leer filosofía.
- Orientar el aprendizaje con preguntas: Realizar interrogantes constantes respecto al tema que se desea aprender y fomentar la curiosidad.
- Leer: No solo textos educativos, sino cualquier tipo de obra, fomenta el aprendizaje. Al leer trabajamos la memoria, la percepción y el razonamiento.
En el proceso de enseñanza aprendizaje la motivación juega un papel importante en la actuación del individuo, al igual que en todas las esferas de actuación del hombre. La motivación ayuda al logro de los objetivos de dicho proceso. Los alumnos realizan una u otra actividad satisfactoriamente si el nivel de motivación hacia la misma es adecuado.
La motivación hacia el estudio les brinda a los estudiantes las habilidades y hábitos necesarios para la apropiación de los conocimientos básicos para enfrentar determinadas tareas con éxito
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